14.11.09

• Remembering


VI


Una pequeña luz, ligeras olas a mi costado y un viento arremolinándose cerca, el cálido roce de algo sobre mí. La luna, cortinas, un ventilador de techo. Estaba acostada en una habitación oscura, amplia y fresca y el suave cobijo de una sábana me estaba apañando allí. Estaba cansada, mis huesos estaban entumecidos y no sabía cuanto tiempo había pasado desde que él me había recogido del bosque, pero aún estaba la noche cerrada.

Apenas pude volver a ubicarme en lo que había sucedido, mis pensamientos empezaron a viajar otra vez, con la presteza que durante el miedo y la desesperación habían perdido. ¿Por qué había aparecido él allí? ¿Cómo sabía de mi presencia? ¿Por qué estábamos nosotros, en una casa en la que aparentemente él vivía solo? ¿Por qué había soñado tantas veces con ella? ¿Y por qué, maldita sea, por qué seguía siendo de noche?

- Te traje algo de comer – susurró entrando por la puerta con una bandeja y un vaso. Se acercó en silencio y cuando comprobó que yo estaba ya despierta me dio un beso en la frente.
- Gracias, pero no… – mi voz sonó débil, hubiera querido que saliera de mí algo más seco y que impusiera más presencia.
- Necesitás comer, hasta nosotros necesitamos hacerlo – sonrió, pero su sonrisa parecía de terror, escondía algo que no podía entender. Al igual que la carcajada que había proferido mientras tomaba de su copa en el living, me produjo un profundo sentimiento de escozor.

Tomé el vaso de jugo que me ofrecía y bebí para aclarar mi garganta. Pude ver desde la ventana, como el cielo se estaba nublando otra vez y como un rayo repentino lo dividía e iluminaba la punta de la cama. Cuando creí estar recompuesta me erguí un poco más sobre el espaldar de la cama para hablar.

- Es de noche – no sabía como comenzar, el terror me embargaba y no me dejaba ver con claridad.
- Sí, es de noche – abrió ampliamente los ojos en un gesto muy propio de resignación y me acarició la pierna que tenía cruzada con la otra.
- ¿Por qué?
- “¿Por qué?”
- Sí, ¿por qué desde que llegué aquí es de noche? – mi voz empezó a cobrar fuerza y sonar irritada
- ¿Qué esperabas?

Esa pregunta me descolocó. ¿Qué esperaba? Tan sólo que se diera el orden natural de las cosas, tan sólo que anocheciera, oscureciera y aclarara al fin, tan sólo que volviera la luz y todo lo demás se perdiera con la noche… ¿Cómo podría decirle eso?

- No es normal…
- No es normal – repitió cansinamente – tampoco es normal que estés conmigo ahora, no deberías.
- Lo que no me parece común es haberte encontrado en esa playa, lejos, tan lejos de nuestro mundo, en el último lugar donde hubiera esperado encontrarte… aunque hacía ya tiempo que no lo esperaba…
- Me llamaste – su voz sonó neutra, apagada, sin ningún tono que me ayudara a descifrar lo que acababa de decir. Era ilógico pensar que yo lo había llamado, después de un año de no verlo, ni hablarle, de que él no lo hiciera conmigo.
- ¡Eso es mentira! ¿Cómo se te ocurre que pude haberte llamado yo? Si… si… Es imposible. – Indignada, tomé mi cabeza entre mis manos y proferí una exclamación inentendible, sentía como si garras me tomaran el pelo y supe que eran todos los nervios contenidos, creados durante cada segundo en ese lugar. Mi corazón daba vuelcos y me hallaba desesperada. Eso... desesperada...

Me avergoncé de mi misma al verme en ese rapto de histeria y dejé que me abrazara dulcemente y me acariciara el pelo. Mis latidos comenzaron paulatinamente a mermar su presteza, sentí calmarme en sus brazos, y escuché como las gotas de la lluvia que volvía a desatarse golpeaban contra el techo a dos aguas.
Cuando después de un momento inacabable nos separamos, y me tomó débilmente los dedos, pude percibir mil lágrimas en su mirada. Estaba llorando.

4 comentarios:

  1. Hay mi amor, no se si odiarlo o no xD Personalmente, me gusta ^^

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  2. Jajaja, sí, yo también lo odié ¬¬
    No le contestó nada de lo que ella quería saber!!
    Son todos iguales -.-
    jaja

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  3. jaajajja,
    me encanta, es posta (Casi escribo pasta... es pasta :O!) cada subida me enamoro mas de la historia, me mantiene al vilo .
    cuidate corazon
    may

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