Y eso porque tuve la fantástica idea de empezar spinning (no tan genial, pero tampoco tan mala). De hecho, preferiría sentir que no las tengo, porque así como estoy las advierto a cada instante, deberían saber como se siente.
Fuera de eso, estoy bastante bien. Bah, la llevo bien. Hoy me compré mi vestido para la graduación (un poco apresurado, tal vez? Yo soy así, puedo pasar meses diciéndole que no a todo, pero cuando encuentro algo que me gusta, no lo pienso mucho) y hoy cuando me lo volví a probar en casa me sentí considerablemente más gorda que en el local de ropa. Extraño, suele ser al revés.
Y encima ahora me duele la espalda... No sé que tiene que ver, pero estoy con todos los pensamientos mezclados, como si me estuviera costando encontrarle un orden a todo esto. Mi cabeza está a mitad de camino entre la silla y la luna. Ojalá pudiera pensar como antes.
Aunque tal vez no. ¿Quién querría deprimirse? Por eso digo que la estoy llevando bastante bien.
Me obligo a no pensar.
Y más drástico aún:
A fingir que no me importa.
Ya dije que las metáforas son peligrosas. El amor empieza por una metáfora. Dicho de otro modo: el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética. Milán Kundera
1.10.11
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Entradas populares
-
The only artists I have ever known who are personally delightful are bad artists. Good artists exist simply in what they make, and consequ...
-
Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni esperanza. Solo en mi casa abierta sobre el ...
-
La palabra marchita, la imagen perdida. Vos y yo buceando en un mar infinito de repeticiones y arrepentimientos. De lo que fue (no nos qu...
-
Te juro que todo mi cerebro está concentrado en que tengo que sentirme bien. ¿Vos sabés cómo es eso?