4.2.10

Jueves a la noche, casa sola

Cuando estoy sola soy un poco más parecida a lo que me gustaría ser

Maquillaje corrido y rimel en los brazos que aguantaron el llanto. Down goes another one, la batería y esa imagen. Por un momento esa imagen. Ahogué un grito y no pude evitar derramar algunas lágrimas en mi velada perfecta.

Mi mamá se había ido a comer con unos amigos y la casa quedaba sólo para mí. Eso significó leer, buscar imágenes y escribir sobre mis ídolas (una entrada que vengo preparando desde hace unos días), y comenzar a ser. Claro, a ser fuera de la computadora. Me levanté y cociné mientras escuchaba música a todo volumen y cantaba (sí, cantaba) y con mucha prolijidad y delicadeza terminé el plato en una bandeja que traje a mi pieza para comer acá. No me esforcé en hacer lugar ni en el escritorio ni en la mesa de luz, tan sólo la apoyé en el piso. Tal como quería. Comer algo bien hecho, en el piso, escuchando música. Y eso fue. Una velada perfecta. Tranquila, con la cabeza zen, concentrada en mí misma y lo que quiero para mí positivamente. Y entonces empezó Down goes another one después de Dream on. Y aunque todas las canciones tienen batería, ésa batería, ésa bateria... no sé, me revivió esa imagen, una imagen como cualquier otra. Feliz, estabas feliz y yo era feliz viéndote. Y lo de después, lo que siguió, inevitable pensar en ello y no amargarse. Feliz, feliz, amargo y final.

2 comentarios:

  1. Wow quien diria que con una cancion que yo te pase te pudieras sentir asi :A

    Majo (ni ganas de conectarme)

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  2. No era la canción, ya te expliqué, era esa batería, esa puta batería.

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