16.11.10

Hipérbola


De reojo, casi ciega entre una luz tenue de velas y el proyector insoportable de un escenario lejano. Estabas ahí.

Sonrisa de costado, el ruido estruendoso de una broma y otro vaso de tequila.
La luz insoportable que se apagaba y el antro que desaparecía en un mar de gente silenciosa que se dirigía a la noche;

y vos al fondo.

Y yo, petrificada en el rincón penoso de un sillón casi desarmado mientras vos allí al frente te tocabas la barbilla y mirabas a tu alrededor.

Ese instante de verme, mirarme, decir muchísimas cosas, cosas que jamás te atreverías a pronunciar.
Tu intento de disimulo y mi tambaleo interno junto con ese “basta” y mis pasos mareados entre la penumbra.

Después no sé muy bien, pero algún gesto de indiferencia tuyo fue demasiado para mí y me fui.

Me fui, prendí un cigarrillo que jamás llegaría a fumar y dejé que el viento me despabilara, que me golpeara el rostro y atravesara mi cabeza plagada de vos.
Otra vez esa sensación caliente en el hombro, en el aire tras de mí,
como en otra vida,
igual a la mía,
en otro tiempo,
en un sueño.

Te sonreí con ese miedo de esperar una respuesta y me sonreíste jovial y despreocupado, como si no me conocieras. Mis labios resecos y mi garganta áspera te supieron esperar con ese escozor frío del terror (de analizar cada gesto, de aguardar cada respuesta, de que jamás llegue).

Y sin embargo:
- Es una cagada el antro hoy.

(Latidos de mi corazón y tal vez más de mi cerebro buscando la mejor respuesta).

- Sí, levantaron carpa temprano.

Chasqueaste la lengua con fastidio e hiciste una de tus muecas, muy propia de un ebrio, antes de volver a hablarme.

-  Pero además, todo fue una cagada. Las minas… muy… frías.

Luego de un gesto de asco remontaste una sonrisa provocadora y tal vez un poco más amarilla que antaño, mi corazón se salía.

- Y los tipos muy superficiales.
- Ojito vos, nena. ¿Eh?

Simulaste estar ofendido, en uno de esos juegos inútiles de los que nunca te cansás, pero no aguantaste. Empezaste a reírte a carcajadas mientras me decías:

- Una rara pareja, vos y yo. 

3 comentarios:

Entradas populares