El principio del fin

Y ya no quedan dudas... después de este enigmático 30 de diciembre del 2009 se sucederá el 31 y ya estará claro. El año habrá terminado a las 00:00 en punto. Es casi una cuenta regresiva, ya puede sentirse la presión ¿Qué pasará cuando cese? Nada, tan sólo habrá empezado el 2010...


Me gustaría hacer un pequeño análisis de lo que me pasó este año... pero supongo que voy a quedarme corta, es imposible poner en palabras los sentimientos y las vivencias de todo un año (por suerte).


Este año cambié mucho y a la vez me reafirmé como persona. Nada de esto es nuevo porque sucede cada día, a cada paso que doy. Nos sucede, a todos. Pero hubo un par de cosas especiales.


• Empecé siendo muy amiga de Paula. Tanto que podría decirse que pasé todas mis vacaciones con ella, o por lo menos esa es la impresión que tengo ahora. Sería lógico hoy por hoy decir que yo nunca confié en su amistad y que simulaba aguantarla. Pero no. También sería estúpido. Desconfié en un principio, en el 2008, con tanta gente alrededor. Pero aunque era, y siempre fue muy egocéntrica, realmente la quise y la pasé muy bien dando vueltas por cualquier shopping, hablando de cualquier cosa hasta quedar afónicas, sacando mano, tomando helado, hablando de nuestros problemas. Sí, está bien; ahora todo eso terminó y supongo que es mejor. Pero no voy a renegar en este punto, gracias a ella yo salí de mi casa en vacaciones y la pasé bien.


• Me fui a Disney. Eso por lo que estuve esperando quince años, o por lo menos desde el verano 2008, cuando recién terminaba 8vo y viajar a Disney me parecía algo muy lejano. Y llegó. Fue genial, el ir a comprar ropa, el ir a las reuniones, hacer la valija, la adrenalina brotando poco a poco, esa presión en el pecho, el cuello endurecido, el aire que corría entre mí misma y los demás cuando el momento llegaba. Jamás me voy a olvidar que me olvidé el reloj que me gustaba tanto en Rosario, y no se me pasó la angustia en varias horas. Saludar a mi mamá por última vez antes de subirme al colectivo para ir a Ezeiza, verla llorar con Nancy. Cuando por fin nos alejamos la miré a Emilia y le dije: "Hoy va a ser un día largo" y sí lo fue, pero no puedo creer con la rapidez que pasó. Y sin mi celular (gente, yo pierdo el equilibrio si no tengo mi celular cerca u.u), todavía parece increíble, sin mi celular. ¡Y el avión! No sólo que se me rompió el mp3 en el avión a la ida, sino que no me habían puesto entre ninguna chica que viajara. Estaba en las filas del medio, las de cinco asientos, en el medio, del lado que buscaras, en el medio, entre un negro y un inglés. Para colmo mi fila era distinta a las demás y no tenía la pantalla en el asiento de adelante, como todas... Casi me muero de la angustia, hasta que descubrí que estaba guardada en el apoyabrazos (respiré). Y allá... allá todo fue genial, estaba libre. Me hubiera gustado poder disfrutar más de la noche en el hotel, pero lamentablemente terminaba muerta cada parque. Pero no hay maneras de describir lo bien que se siente estar en otro país y encima, en el mundo Disney. Es cosa aparte.


• Cumplí 15. ¡Oh, cumplí quince, cumplí quince! En realidad no es para tanto, por lo menos para mí, soy de esas personas a las que les gusta cumplir años, sean cuantos sean (supongo que a los 40 o 50 no voy a decir lo mismo, jaja) y también soy de esas que no les gusta festejarlos. No porque no me guste juntarme con gente ni por una filosofía extraña, simplemente porque me pongo muy nerviosa en tener que ser la anfitriona de algún evento. Por ejemplo, me saca de quicio tener que hacer una lista de invitados o pensar en la cantidad de comida a comprar, o el lugar. Hice algo chico. Invité a poca gente que no sé si volvería a invitar en su totalidad. Mejor no hablar de eso.


• Me saqué un 5,5 y un 4,5 en Dibujo Técnico. El 5,5 fue en la primer prueba del primer cuatrimestre y el otro fue en la primer prueba del segundo. Este fue el primer año que reprobé dos pruebas, y hacía desde 7mo que no me sacaba menos de un 6. Cuando vi la letrita de Carranza, en esos primeros días de clase, casi me muero. Sí, a esa prueba, me la lloré toda. Empecé ir a particular recién después de la segunda prueba, en la que me saqué 7, pero entendía mucho más. Ahí me di cuenta que con esa materia puta, sola no iba a poder y empecé a ir a particular. La segunda mala nota cayó del cielo, porque yo  había estudiado como siempre, excepto las justificaciones que valían la mitad de la prueba. Así que si no hubiera sido por ellas yo hubiera tenido un 9,5 jaja. Pero esa vez no me importó mucho, pero me preocupó, ¿sería que salir con Marlon me tenía en la luna? No, definitivamente no había sido así porque en las otras pruebas me saqué de 9 para arriba, pero uno nunca sabe, jaja.


• Conocí a Majo, Martu, Vane, Flor y Mari. Las chicas de la Cultural. Siempré odié ese lugar... tiene aire a escuelita privada, a succionador de esperanzas, a cortador de alas. Somos sus clientes, y ellos se parecen mi profesora de tenis: siempre listos para dar clases hasta el último segundo. No zafás ni por joda. Lo genial fue hacerme en ese grupito tan copado. Éramos seis (yo jamás me había sentido parte en un grupo tan grande de solo chicas) y nos fuimos conociendo de a poco. Empezamos siendo Vane y yo, que nos conocimos en la puerta del salón porque habíamos sido las primeras en llegar el primer día de clases. Nos hicimos amigas tan rápido que todos asumieron que nos conocíamos de siempre e íbamos a la escuela juntas. Después apareció Martu. Eso fue en un intercambio de miradas raro, ambas observamos con desprecio al típico grupito de huecas que estaba en un rincón y empezamos a hablar, a sacar mano en realidad, jaja. Se le anexó Majo y eso si que no me olvido como fue. Entró más tarde que el resto y yo no la conocía ni la había visto, iba a la escuela con Martu y estuvo con ella el primer día. Me tocó con ellas dos y Francisco (gran amor platónico de muchas) en un grupo estúpido de esos que arman para que hablemos al pedo e inmediatamente noté que estaba loca. Hablaba mucho y decías cosas divertidas, pero se la notaba medio invasiva, parecía borracha =P, pensé que podía llegar a caerme bien, y así fue. Si he construído relaciones especiales, una es con ella. Y Flor llegó... ¿Cómo llegó? Tarde, si también, pero la integramos después, cuando vimos que era muy solitaria y nosotras necesitábamos destruir al grupo de huecas según Martu. Eramos cuatro y ellas, cinco. Qué horror. Majo se llevó bien con ella al toque y todas las demás no tardamos mucho más: faltaba Mariana. Mariana no se lleva bien con Majo por principio, pero Martu era amiga. Aunque había un inconveniente... Ella era "de las otras". Aunque claro, un día eso terminó y se unió al grupo. Ahora el año que viene planeamos quedarnos así como estamos, las seis juntas.


• Hice el Seminario de Geografía. Yo no tenía idea de que existía tal cosa hasta que el año pasado Gonzalo me contó del suyo... casi me desmayo. ¿Qué era ese titánico proyecto de montones de hojas? ¿Cómo era eso de salir a investigar? Fue una de las experiencias que más me llenó. Lo empezamos en el primer cuatrimestre y nos colgamos bastante en las vacaciones de invierno. Cuando el curso se despabiló ya teníamos la entrega encima y teníamos que correr. Sólo contábamos con miles de hojas de diario y un par de hipótesis mal hechas (que hubo que reformular y agregar trabajo). El segundo cuatrimestre el seminario fue la excusa perfecta para faltar a cualquier lugar. Eran horas de investigación (dos entrevistas y dos encuestas) y horas de redacción. Sin embargo fuimos el equipo que mejor llegó. A las ocho de la noche del día anterior ya estaba encuadernado. Pero eso me (nos, asumo) preocupó. También era más corto que el de los demás... ¿estaría incompleto? Tal vez, pero la profesora tenía en mente que iba a ser genial y nos aprobó a todos con nueve después de una exposición penosa según Sietecase que debía criticar mi volumen de voz. Lo curioso fue que el trabajo nada más contó con dos errores estúpidos. Tal vez ni siquiera lo leyó :)


• Me reconcilié con Mayra. Eso fue realmente curioso, porque yo ni quería hacerlo. Daba por hecho que la amistad entre nosotras estaba terminada y que ella era una perra fría y desalmada (sí, eso). Si hablábamos, cada tanto, era sólo para mantener una apariencia cordial y no quedarnos tan solas (ser por años amiga sólo de varones en el curso puede llegar a ser duro). Pero un día, chateando (le hablé para preguntarle algo específico, según me acuerdo) le propuse sincerarnos... "¿No nos odiamos desde hace dos años?" y la charla no pudo seguir con más sinceridad. Nos dijimos todo, todo lo que pensamos de la otra, todo lo que maquinamos y todo lo que habíamos vivido y que no habíamos podido compartir. Realmente la odiaba mucho ahora que lo pienso, después estuve en una etapa de decir "le habló más y mejor porque las cosas están sobre la mesa ahora" y después fue creciendo y creciendo hasta volver a ser las amigas que eramos antes... inseparables. Fue a eso de agosto y representó un gran sostén para mí, creo que nunca voy a conocer a alguien tan distinto y tan igual a mí.


• Salí con Marlon. ¡Al fin! Desde hacía años que quería salir con alguien en serio, y lo logré, jaja. Cada vez que intentaba hacer el duelo con el otro chico (prefiero no nombrarlo, pero está todo bien) pensaba que jamás iba a conocer a alguien que cumpliera las expectativas, que fuera así de lindo y de... lindo. Sí, digamos que no tenía nada más, ¡pero a mí me gustaba mucho! Y entonces, justo dos días antes de saber que este me tenía desadmitida o algo así, lo conocí a Marlon. Fue en Julio, en el medio de las vacaciones por la Gripe Porcina, y nos llevamos bien al instante. Creamos una relación muy fluída por msn y yo no entendía por qué tanto interés en hablar conmigo, (convengamos que desde el primer momento se lo veía muy conversador y nadie "se enamora" de otro por chat) tal vez fuera conversador. Como fuere, si yo sospeché de la onda que había y no hice nada por detenerla fue porque hacía un par de meses atrás había notado que era lindo. Lindo y alemán, y esas dos cosas, se sabe, pueden conmigo. Fue un período rarísimo y buenísimo en mi vida. En la primer cuatrimestral, el 3 de agosto (sí, me acuerdo, ¿qué?) se puso a hablar conmigo a la salida y casi muero de la vergüenza. Por empezar se me cruzó el rayo de que no era tan lindo (yo esperaba a Brad Pitt jaja) y que Nacho estaba muy cerca (Nacho es muy dañino y perceptivo), así que lo traté así nomás, de hecho, intentaba convencerme de que no pasaba nada, de que era todo "así nomás". Incluso en esos días lo invité a mi banda para que cantara y aceptó encantado (muy, jaja), en la salida de cada cuatrimestral instintivamente nos buscábamos y nos quedábamos hablando horas. ¿Solos? No, solos no, Paula e Iván también estaban. Pero un día me convencí de que no era todo "asi nomás" y fue cuando nos mensajeamos por primera vez más de dos horas. Y eso sería siempre así. Todos los días y a cualquier hora, cualquier excusa era buena por parte de nosotros dos (de hecho, extraño eso) y se dio, y si se dio, fue porque tenía que ser así, aunque después se terminó en un mes, y todo mal. Tenía que ser.


• Hicimos el video de video. Digamos que no nos importaba mucho porque se nos había superpuesto con el seminario, hasta que nos dimos cuenta que en una semana debíamos entregarlo. Vanesa nos ayudó, y la molestamos bastante. La experiencia de filmar, de escribir un guión, de dirigir, para mí, es indescriptible. Me dedicaría toda mi vida a eso (aunque en caso de no triunfar me moriría de hambre, ya lo sé ¬¬). El primer día de filmación fue un éxito. Estábamos todos menos Lucas y Francisco y todos le pusimos ganas. Maquillando a Vane, maquillando a Vicente, jaja, haciendo las tomas una y otra vez desde distintos ángulos. Y el segundo día para filmar trajo el caos. Prefiero no ponerme a hablar de eso una vez más, pero jamás me voy a olvidar de haber tenido que ir a hablar con el gordo (y sí que le re "cabió" a Nacho, porque nos dio la razón a Mayra y a mí). ¿Y las ocho horas de edición? No estuve, pero me dijeron que fue aniquilador, pero, el resultado, fue genial. El profesor nos dijo que fue uno de los mejores videos hechos en la historia de la materia y lejos el mejor del año.


• Hice el taburete. ¡El famoso taburete! ¡Ése que marca generaciones enteras de polialumnos! Bah, a mí la materia no me gusta en lo más mínimo ni me gustará. De hecho, hacerlo me rompió soberanamente las pelotas (no como Mayra, que ama todo eso). Recién caí en la cuenta de que tenía mi taburete cuando lo tuve que barnizar (ya sé que no era barniz 8-) ) y cuando me lo llevé con mi mamá en taxi. De hecho creo que la proeza dentro de esto es haber generado una relación tan suelta y tan loca con un profesor. Yo siempre les hablo desde el respeto y con cierta timidez, pero Pablo... No sé, Pablo quiere que lo traten como lo traté, por eso se hace el difícil. Está re loco, le faltan un par de tornillos, y por eso me cae tan bien.


• La tercera funcionó como un curso unido. Y hasta me incluyeron a mí, sorprendente. Esto no debería estar en esta entradita de mi blog sino en el libro de los Records Guiness. Siempre fuimos un curso que no se llevó demasiado bien y todos sabemos que no es necesario ser mejores amigos ni llevarse espectacularmente bien para mantener cierto nivel de unidad. Pero no habían funcionado estas filosofías hasta ahora. Tal vez porque algunas piezas demasiado elitistas todavía funcionaban, o tal vez porque este año todos crecimos de golpe, maduramos. Después del cumpleaños de Mariana nos dimos cuenta lo bien que eramos capaces de llevarnos y cómo podíamos pasarla genial todos juntos. Y eso generó una especie de conducta. Admirable, curso, admirable.


• Conocí a Uri. ¡Y Eso no es poca cosa! De hecho ya lo conocía desde principio de año porque se llevaba bien con Mayra e iban juntos a la Cultural, pero yo no había hablado con él hasta el día que decidí hablarle por msn para decirle "Feliz Halloween", jaja, qué locura que cargo. Gracias a él volví a la nostalgia de mis épocas de pequeña otaku y me convertí en una fanática de Death Note empedernida, además de aprender a comer con palitos. Uri es muy especial, es radiante, es alegre. Es de esas personas que parecen no sufrir, y aunque es realista y centrado en la realidad (es decir no vive su vida en estado ebrio xD) es capaz de encontrar millones de excusas para ser optimista. Optimista, y no sólo eso. También leal. Un tipo copadísimo, en resumen.


• Empecé a escribir Remembering. Fue todo en el clásico proceso de enviciarme con el blog, pero significó mucho más. No me alcanzan las palabras para explicar cuanto amo esta historia, debe ser porque es la primera que escribo y me siento conforme: con la historia, con cómo está escrita. Incluso a mí misma, y aunque le encuentro miles de errores, me gusta leerla, me transporta a ese mundo. ¡Y cómo no! Aunque el argumento no tenga nada que ver conmigo, es lógico que representa muchas escenas que significaron mucho para mí, de alguna u otra manera (el capítulo cuatro también, pero menos, sexópatas reprimidos -.-)


• Fui al Polirock. Eso es digno de decir "archívese" y guardarlo en el cajón de hitos. Yo nunca lo había hecho, por paja supongo. Y fue una experiencia inolvidable. Se suspendió por lluvia, creímos que había sido todo para nada, nos fuimos a tomar un helado y cruzarnos gente del Poli por ahí (eso es inevitable, mágico y maravilloso) y cuando volvimos, el Polirock había reiniciado su marcha. Me la encontré a Giovana (esa chica está en cada una xD) y a "algunas 'personas' más" (comillas dentro de comillas, sí). Fue... buenísimo. Especialmente la picazón en las orejas, jaja. Me quedaron rojas y además mutiladas por la acústica.


• Conocí a Paulina. Bueno, era otra de las personas que ya conocía por ósmosis, en este caso por ser la super archi mega enemiga de Paula. Siempre le tuve cierto... miedo, debía ser por las historias de terror que me contaban. Pero hace un par de meses se me cruzó la idea de que seguro me caería bien. Parecía muy reflexiva y de gustos muy originales. Entonces ahora, en las vacaciones, tuve la loca idea de hablarle por Messenger (qué loca =O) y nos llevamos demasiado bien y demasiado rápido. Pasamos horas hablando, de hecho lo hacemos. Incluso, después de pocas semanas de "conocernos" (conste que ella también sabía quien era yo) me invitó a su cumpleaños. Siento como si la conociera desde hace mucho, como si hubieramos hablado de nuestras vidas miles de veces. En cierto punto (en varios en realidad) me hace acordar mucho a Mayra, mucho. Y me sorprende darme cuenta que yo también le caigo bien, porque hay veces en que la personalidad de algunas personas copadas es tan exclusivas que se centran en que sólo vos las admires y respetes. Ella no, es completamente recíproca. ¡Y está muy loca! Jaja.


• Empecé a hablar con Celi. Y sí, digamos que fue a pedido, jaja, pero la verdad me había olvidado porque empezamos a hablar el 19 de diciembre, jaja. Las circunstancias de hecho que fueron un poco extrañas. Nueve de la noche, Córdoba y Circunvalación, ningún puto colectivo a la vista y un puente enorme que rezaba "Bienvenidos a Rosario". Nos sentíamos perdidas, en el medio de la nada. Maldito banderazo. Pero me hice estas amigas de batalla. Chucky, Celi y Sofía. Y con Celi seguí hablando, tal vez porque sabía que era simpática, o tal vez simplemente porque se me ocurrió. ¡Y es tan genial! Parece que vive en una nube de pedos, pero ojo, es una máscara ¬¬


En fin, un año genial. Obvio que lloré, obvio que me mandé mis cagadas (A) pero fue, junto con el 2008 el mejor año, lejos. ¡Vamos, que no hay dos sin tres, quiero un 2010 así! :)