1.9.11

Para vos que podés leer esto

Uno elige como vivir. De a poco se va armando caminos, tranzando planes que a veces nos llevan a buen puerto y otras no tanto. E incluso, a veces no nos llevan a ningún lado, sólo a seguir andando. A eso me refería hoy. Perdón si lo tomaste como un definitivo must, no era mi intención. Puedo darte consejos si los querés, a eso se lo llama un amigo. Pero mejor te propongo algo: cambiemos de filosofía.

Hace un tiempo hablábamos de esa pseudoguerra entre el corazón y la razón. Decíamos que muchas veces tomamos al amor como una debilidad porque bloquea nuestra capacidad de pensamiento y de decisión. Y ahí (no sé si viste), yo te dije algo: "Dejemos de pensar en el amor como el talón de Aquiles del cerebro y encontremos en eso una fortaleza".
Yo pensé que vos habías entendido cual era mi plan con you-know-who, pero a veces no sé expresarme, o parece que me estuviera sólo quejando. Te digo, por más increíble que parezca, la situación en la que estoy es la que elegí. Estoy enamorada, y elijo no privarme de eso. Vivirlo con sus pros y contras hasta que sepa que tengo que darle un punto final (porque simplemente lo voy a sentir así en ese momento). Ahora no es tiempo, porque no puedo. Y como no puedo, tampoco voy a querer. Sería como vivir reprimida... ¡No! Hago lo que me sale e intento pasarla lo mejor posible en este sentido. Y después lo que venga después.

Podrías (tal vez si quisieras), adoptar una postura parecida. Tan sólo disfrutar de las cosas buenas de toda esta situación que parece tan mala pero es tan inevitable. ¿Relajarte, tal vez? No forzar al corazón a cosas que el corazón no quiere.

Esperar, intentar, seguir con otras cosas muy a pesar de todo.
Y se va a ir, seguro, cuando simplemente, no pueda seguir ahí.
Y va a venir, tal vez, pero sólo a su tiempo.

1 comentario:

  1. Sos tan genial cuando querés serlo ^^. Gracias. Ya puedo presumir de estar en tu blog ^^

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