Ya dije que las metáforas son peligrosas. El amor empieza por una metáfora. Dicho de otro modo: el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética. Milán Kundera
20.11.10
Hipérbola
Y entonces me dejaste pegada a la sombra de tu imagen durante toda la noche, casi madrugada, en que me volviste a mirar así.
No sabía porqué estaba allí, tal vez vos, tal vez el deseo carnal y profundo que tenía de encontrarte en ese antro.
En otras épocas, sin alcohol ni cigarrilo jamás hubiéramos imaginado encontrarnos allí. Yo tampoco lo creía, de hecho.
Te recordaba niño de cara redonda, sin ninguna noche en su haber, chico de río y de cosas simples, tontas.
Y un día no sé que pasó.
Creciste,
te endureciste como una piedra, te volviste inexpresivo y frío.
Y desapareciste para mí.
Cada tanto tu imagen viene a desvelar mis sueños de hace tiempo, cada tanto soy brutalmente despertada por la triste figura del sujeto de la puerta, esclavo de un cigarrillo solitario, triste.
Pero después de todo, siempre quise encontrarte en ese antro en ruinas y que me lleves a una cama llena de chinches de algún hotel.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Año nuevo, vida nueva. Los dichos se vuelven problemáticos. Me dejaste ir como en octubre, cuando te diste cuenta que las cosas no se logran...
-
Ya lo sé, pero en parte me siento tocada... ¿será qué todo está volviendo poco a poco a lo que era, volviéndose al sepia 2007? ¿Será que la ...
-
Hola, interrumpo tu interesante existencia sólo para saber: ¿Por qué? ¿Eh? ¿Por qué lo hacés? Me gustaría una res...
-
Imagínensela a Sabina con Franz. Imagínensela con todos sus amantes, rodeada por la levedad. Véanla sin Tomás, ¿quién diría que eso no es...
-
y con ella se los lleva.
-
FUERZA FLOR Desde acá y cuando quieras, estoy con vos.
-
Te veo frío, irreprochable, con la mirada altiva. Te pavoneás entre la gente como si fueras un dios inalcanzable y bailás entre las multitud...
-
Me arrojaste lentamente al fuego mientras nos soltábamos. Suavemente abriste los brazos, soltaste mis manos y arqueaste las cejas. Con t...
No hay comentarios:
Publicar un comentario