Sentía la tarde escabullirse entre sus manos mientras el colectivo avanzaba con lentitud. No esperaba nada mejor, no esperaba nada, sólo quería llegar a destino para reencontrarse con un amigo y sin mucha idea sobre qué iban a hacer una vez que volvieran a verse.
Miró el reloj, le resultaba incontenible, una vez que lo tenía en la muñeca, verlo una y otra vez. Debería estar llegando.
¿Marc querría hablar con ella? ¿Por qué proponer esta salida? ¿O era ella la que quería verlo, no a él, si no a alguien conocido? ¿Era acaso ella la que necesitaba por primera vez asentarse en algún sentido? De todas maneras, era solo Marc. Sólo un buen compañero de trabajo, sólo Marc. No por eso ella iba a dejar de peregrinar en busca de aquello que siempre se le escapaba de las manos.
Llegando a Trafalgar Square el colectivo finalmente se detuvo y Victoria bajó con pesar. No tenía ganas de ver a nadie, ni de estar tan lejos de casa. ¿Qué le pasaba?
Miró hacia todos lados sin buscar a nadie antes de sentarse en la orilla de la fuente con sumo cuidado de no caerse hacia atrás. Allí donde él la encontró y con gesto sonriente se acercó a ella por entre el gentío.
- Victoria! - pronunció casi obviando la "r" y alargando por demás el sonido "ou" de la letra anterior. Era un joven delgado y esbelto con unos anteojos que cubrían sus ojos impresionantemente azules. Tenía la típica apariencia del oficinista, con una camisa celeste y zapatos recién lustrados junto con ese aura de sometimiento reflejado en la sonrisa de resignación.
- Hi... - intentó sonar expresiva y entusiasta pero por mucho no lo consiguió. Se levantó a la vez que él le daba un abrazo.
- You look amazing - comenzó Marc en su nube de entusiasmo
- Well, thank you - le sonrío amablemente pero algo incómoda - You look great too.
- There's a bar no far from here. It's nice and it's not so expensive... - miró hacia ambos lados pensando en números.
- Okay, it would be... convenient - Victoria se sentía ajena en su cuerpo, completamente encerrada en su mente y se preguntaba si Marc sería una persona idónea para hablar y cambiar su humor.
Comenzaron a caminar en dirección al bar que Marc había propuesto y ella al fin pudo respirar Londres, la humedad, el viento de lluvia. Sus botas sonaban percutidas a cada paso que daba y las hojas crujían a la vez. Marc la observaba en silencio sin saber muy bien qué decir. Probablemente se hubiera dado cuenta del ánimo extraño de su antigua compañera y tampoco se sintiera muy cómodo.
Cuando por fin llegaron él la dejó pasar y buscó una mesa cerca de la ventana. Victoria tácitamente se lo agradeció mucho.
- Er... well... It's great to meet you again, I guess - su tono ya era resignado, Victoria no parecía dispuesta a intercambiar frases amables y vacías. Se sentaron y él buscó sus ojos desesperado por hallar allí su mirada.
- Yeah... it's nice. Time goes by so fast... almost a year has passed.
- Why are you here? Are you working in other office?
- No... not really - supuso que él había estado itinerando de país en país sólo dedicándose a ser el secretario del secretario de algún importante secretario en alguna oficina de mala muerte. En cambio ella... ella había hecho de todo. Tenía un título de contadora obtenido a partir de una mágica beca que le había caído del cielo pero lo que menos hacía era utilizarlo.
- Me neither - pronunció Marc para su sorpresa - I'm saling properties... Oh... wait a minute... Are you unemployed nowadays? - su rostro mostró una leve pena y ella rió levemente.
- Yes... I arrived just a few days ago and I was looking for something...
Y en ese momento Victoria supo que él iba a hacerlo, pudo leerlo en el brillo de sus ojos, en el rictus de sus labios, iba a decirlo.
- And... Would you feel very ashamed if you were a secretary?
trafalgar square! :) es muy gracioso poder decir que estuve ahi y en esa fuente.
ResponderEliminary que ese es el Nelson's memorial x)
espero que hayan ido a donde yo comi fish and chips... ya que estaaaaaaaaamos ^^
me gusto.
(extraño remembering)
Jajaja, sí, entiendo. Errante es muy distinto a Remembering, cero onirismo, muy anecdótico.
ResponderEliminarPensaba en vos cuando lo escribía, decía, esta hija de puta podría ser Victoria tranquilamente.