"No se necesitan tres noches en vela y un mal de amores para estar deprimida un sábado a la madrugada". Buscaba indicios de tu cuerpo entre la marea insulsa. Buscaba el elixir de tu aroma, la droga que me mataba cada noche. Buscaba vivir. Te buscaba.
Pero vos no te dejás encontrar así de fácil. Vos tenés eso de hacerte desear, sentirte importante, pavonearte entre otras caderas, otras bocas.
Y volvés a mí.
Porque te estaba esperando, con la botella en la mano y la copa en la otra, típico gesto del bebedor solitario, ya no me quedaba una mano para el cigarro. Ya no me quedaba una mano para recibirte. Ya no.
Y me miraste. Me miraste y buscaste un brazo que te acogiera en vano.
El rictus de tu boca se endureció y no te vi volver. No te vi volver, tampoco vi tu sonrisa de lado buscando otros labios más amables.
Desapareciste y lo bien que hicimos el alcohol, mis brazos y yo.
Ya dije que las metáforas son peligrosas. El amor empieza por una metáfora. Dicho de otro modo: el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética. Milán Kundera
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...y la penumbra me regaló una imagen blanca y brillante donde estaba tu boca.
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Ich fühle dich. Ich vermisse dich. Ich denke an dich die ganze Zeit. Ich kann ohne dich nicht leben. Ich liebe dich. Ist das klar?
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Me estás matando, Marcos Mundstock.
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Te juro que todo mi cerebro está concentrado en que tengo que sentirme bien. ¿Vos sabés cómo es eso?
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Y cada tanto vuelvo, porque a nadie le basta irse. Y menos de nosotros, en otras manos, en otro papel, donde se termina la magia.
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It went by like dusk to dawn, isn't that the way? Everybody's got their dues in life to pay.
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¡Ya van a ver! ¡Las voy a buscar, seleccionar con cuidado y ya van a ver! Hay, POR LO MENOS, cincuenta minas más lindas que Jennifer Anisto...
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Nada se pierde todo se transforma
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