13.9.10

¿Por qué tan perseguida nena?

- ¿Por qué tan idiotamente enamorada? sería la pregunta.
¿Y si pasa, qué?
Si vos, habiéndote el dejado, a veces, procurás rehacer tu vida.
¿No debería hacerlo él, con más razón, que es el que te dejó?

- ¡Pero me da asco!

- Te dan celos.

- Es algo más groso que eso...

- Desasosiego, vacío, incertidumbre. Depresión. "¿Mi vida para dónde va?" y esas cosas, ¿no?

- ¡Eso, flaca, eso! Me daría  más cuenta de la caca que es mi vida, si él saliera airoso con otra relación.

- Él ya está airoso. Te dejó, resolvió sus cosas. Hace su vida.

- Yo soy la mujer, ¿eh? Me dijeron que esto puede llevar años...

- Te dijeron bien. Pero me parece que un año así yo ya no me banco. Estoy harta de que me llames siempre por lo mismo.

- ¿Qué puedo hacer? Lo único que quiero, es querer querer dejarlo. Pero no me sale, está difícil, olvidar todo esto es lo que menos quiero. Mi pensamiento mágico me indica que él tiene que volver.

- Pero eso no lo sabés.

- Hasta una respuesta ambigua me da esperanzas, así que cuidate.

- No va a volver. No te quiere, no te quiso y no te querrá. ¿Feliz?

- Mañana cuando estés de mejor humor, tu opinión va a ser distinta. A veces a vos también te gana la esperanza.

- Es que somos humanas. Somos mujeres.

- Eso, mujeres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares